El mundo está cambiando, ser los mejores desarrollando y gestionando proyectos, no es suficiente, gestionar nuestra marca de proyecto, nos hará únicos.
Llegado el momento, en el que una crisis se manifiesta, nos damos cuenta de que, lo que hasta ahora era rutina y nos servía automáticamente, ahora ya no da el mismo resultado, y nos obliga a cambiar el modo de hacer o pensar.
Lo que antiguamente eran profesiones o trabajos para toda la vida, han pasado a la historia, y los que considerábamos como “seguros”, como los de funcionario, también han visto revisadas sus condiciones de trabajo.
Formamos parte de un sistema de actividad, donde tenemos que actualizar nuestra mentalidad.
La transformación digital está acelerando la extinción de los trabajos nacidos desde la revolución industrial.
Independientemente del “pagador”, recibamos el dinero en nómina o en factura, a cualquier nivel, somos profesionales que prestamos servicios.
Durante el proceso nos relacionamos con actores, que en gestión de proyectos se denominan stakeholders.
La relación que mantengamos con ellos, y la imagen que tengan de nosotros, extrapolado a nuestra marca de proyecto, será estratégica.
Que es un stakeholder?
En la versión originaria de la palabra, un stakeholder era el depositario, de los importes individuales de los apostantes, y el que a su vez luego pagaba el bote al ganador.
Actualmente, en el marco de la gestión de proyectos, los stakeholders son todos los interesados o relacionados que participan directa o indirectamente en el desarrollo de un proyecto, con mayor o menor grado de influencia, ya sea positiva o negativa.
El promotor o sponsor del proyecto, realiza su apuesta, invierte un capital “de confianza” en los responsables de la gestión del proyecto, y lo querrá recuperar con el resultado producido.
Otros interesados pueden ser, accionistas, miembros del proyecto, usuarios, proveedores, administraciones públicas, etc…
A nivel personal, tenemos nuestros propios stakeholders, como pueden ser nuestras parejas, padres, familia, amigos o vecinos. Personas de las cuales recibimos o tenemos influencias, en situaciones o actividades y resultados.
El Plan de Dirección de Proyecto, compone junto a otros documentos, la infraestructura de gestión de nuestros proyectos.
El Plan de Gestión de Marca, definirá las estrategias con las que dejaremos nuestro sello distintivo en la dirección de proyectos.
Para que nuestras estrategias de gestión de proyectos y marca, no sean flor de un día, es necesario posicionarnos.
Partiendo del punto actual, de cómo nos perciben, para llegar al destino de la visión de marca de proyecto que queremos tener.
Que es posicionarnos?
Será un trabajo de mejora continua, con el que iremos aprendiendo y madurando, según vayamos añadiendo proyectos a nuestra cartera.
Inicialmente, puede servirnos trabajar para quedar al mismo nivel que la competencia, o incluso ser mejores, pero nuestro objetivo es ser únicos.
Si el producto no genera beneficios, al cliente no le servirá.
Para que nuestro producto sea confiable, los proyectos han de ser homogéneos, en la calidad y resultados que entregamos.
Si hemos hecho bien el trabajo, tendremos que publicitarlo a los cuatro vientos.
Igual que sucede en un supermercado, la oferta de productos, es extensa y variada, diferenciándonos con nuestros proyectos, respecto a la competencia, sobresaldremos en nuestro sector.
Image Credits: SXC, Del Check: Alvaro Cabrera. Imagen: César Viúdez